Muchos de nosotros tenemos un horario que no nos permite comer en casa. En el artículo de hoy te explico qué comer fuera de casa para no engordar, ya que en muchas ocasiones es la excusa de tu sobrepeso.
Tengo muchísimos pacientes que tienen este contratiempo y siempre acabamos encontrando una solución.
Cuando preparo una dieta, la calculo para conseguir las calorías necesarias y adecuadas a la persona según sus características personales. El hecho de comer fuera de casa, hace difícil poder llevar el cálculo de los alimentos correctamente.
Pero que sea más difícil, no quiere decir que sea imposible.
¿Qué es lo habitual al comer fuera de casa?
Pues lo primero es que solo entrar al bar-restaurante, los olores y variedad de platos no adecuados a tu dieta hace difícil poder tomar una decisión correcta de elegir el plato adecuado.
otro factor son los postres, rara vez se nos ocurre pedir una fruta o un yogur natural, pues la variedad de postres procesados que nos ofrecen al finalizar nuestro menú es tan apetecible que nos cuesta resistirnos, y lo peor de todo, es que es “gratis”.
Con esto no quiere decir que no lo pagues, pero como ya está incluido en el precio del menú y no te va a suponer un coste añadido, pues es difícil rechazarlo.
Por otro lado está la persona que piensa que como lo va a pagar, pues forma parte del precio del menú, el no comerlo le da la sensación de que está tirando el dinero.
La fuerza de voluntad
Realmente comer fuera de casa requiere un plus de fuerza de voluntad. Uno de los consejos que suelo dar para ser fiel a la dieta en una alimentación en casa es: “si no lo quieres comer lo mejor es que no lo compres”, en este caso no se puede cumplir.
Los olores del establecimiento te están invitando a saltarte tu dieta y eso requiere más fuerza de voluntad, y eso es un escollo que solo tú puedes superar.
Truco para llegar sin hambre
Un truco que te puede ayudar es llegar sin hambre al comer fuera de casa. Intenta que tu comida de media mañana sea lo más tarde posible, para que no entres por la puesta del restaurante con ese “ansia” de engullir esa comida que provoca esos olores tan apetecibles.
Si ves que no puedes hacer eso porque tienes tu hora de almuerzo de media mañana marcada por tu horario laboral, lleva siempre encima una manzana o naranja y te la comes en el trayecto del trabajo al restaurante, eso hará que tu apetito disminuya y puedas elegir los platos más adecuados a tus necesidades.
Una vez logras salvar este gran problema de la fuerza de voluntad que sabemos que existe y no es nada fácil, tienes que saber elegir los platos que mejor se adapten a tu objetivo de pérdida de grasa.
Mírate bien la carta
En primer lugar tienes que saber la lista de todos los platos, tanto primeros como segundos, pues en muchas ocasiones con dos primeros platos (que la mayoría de restaurantes te permiten elegir) no tienes que pasar a los segundos.
Te pongo un ejemplo: si hay en los primeros ensalada completa (muchas veces le ponen hasta atún) y arroz a la cubana (que normalmente el tomate frito se lo ponen en el momento de servirlo), le pides al camarero esos dos platos, pero con el arroz a la cubana con un solo huevo y sin la salsa de tomate.
Si tienes que tomar un primero y un segundo, de primero siempre ensalada o verduras que no sean fritas o con salsas y de segundo algo de plancha. Si esta última va acompañada de patatas fritas, pedir que en su lugar que te pongan un cucharón de arroz, pasta o patata hervida.
Si no tuviesen nada de eso, mejor esa plancha que puede ser bistec, pechuga o pescado, solo y acompañarlo con un par de rebanadas de pan, aunque sea blanco (difícil que tengan integral, pero si lo hubiese mejor elegir este último).
Para beber única y exclusivamente agua, nada de refrescos, cervezas ni vino con gaseosa.
Y de postre, o tomamos solo el café, sin azúcar por supuesto, o puedes elegir una pieza de fruta o yogur natural si está esa opción.
Conclusión
Si haces esto, el resto del día puedes suplir las posibles carencias que tuviese ese menú, pero te aseguras que no tomas un exceso de ultraprocesados ni salsas, que no van a dejar que nuestra dieta sea efectiva.
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